La vida educativa y cultural del Colegio Nacional De Ciencias, se remonta a la época del Virreynato. La congregación jesuita encabezada por el padre Juan de Frias Herrán funda el Colegio “San Bernardo” para acoger a los hijos de los conquistadores. El reconocimiento de esta fundación se realiza mediante Decreto del 1° de Junio de 1619, concediéndole el Título de “Real Colegio San Bernardo” el 16 de Agosto de 1620. Su primer Vicerrector fue el Padre Pedro de Molina.

El Colegio brindó su servicio educativo a los más selectos jóvenes de Cusco, Huamanga, Arequipa, La Paz (Bolivia) y otros pueblos del Alto y Bajo Perú durante dos siglos.

A inicios de la República el Real Colegio de San Bernardo seguía funcionando institucionalmente. El General Agustín Gamarra, ex alumno de “San Bernardo”, cuando se desempeñaba como Prefecto del Cusco, a la llegada del Libertador don Simón Bolivar, se entrevista con él y le expone la necesidad de realizar una obra educativa de trascendencia que pudiera beneficiar no solamente a los hijos de los nobles españoles sino también de la nobleza indígena. Es así que, el libertador decide fusionar al Colegio “Del Sol”, destinado a hijos de caciques y nobles indígenas, con el Real Colegio “San Bernardo” que educaba a hijos de la nobleza criolla, surgiendo de esta manera, un 8 de julio de 1825, el ”Colegio de Ciencias y Artes del Cusco”.

Cabe recalcar que el Colegio de Ciencias y Artes del Cusco tuvo rango universitario donde los Alumnos se matriculaban por asignaturas y las evaluaciones se rendían por listas previas y ante jurados de reputado conocimiento y autoridades de la de la Universidad San Antonio Abad. Se dictaban asignaturas como Derecho Natural y de Gentes, Teología, Medicina, Altas Matemáticas, Astronomía, Gramática Castellana, Inglés, Francés, Italiano, Ontología Científica, Aritmética, Teneduría de Libros, Contabilidad, etcétera.

El 18 de Enero de 1826 el General Agustín Gamarra en un discurso se refirió al Colegio como “Ciencias glorioso, cuna de hombres que dieron lauros y brillo a esta bendita tierra”. En efecto, salieron de sus canteras Precursores como Andrés Castelo - cacique de Acomayo - quien sirvió y murió por la Revolución de Tupac Amaru II, Francisco Castellanos, quien pregonó cantos, carteles, proclamas, edictos a favor del movimiento de Tupac Amaru II, fue sentenciado al destierro en la Prisión de Valdivia en Chile, José Feyjoo - participó en la Revolución de 1814 de los hermanos Angulo, gestores de la Revolución de 1814 -, Narciso Aréstegui - literato, participo en el conflicto con Bolivia en 1853 en la batalla de Las Palmas a ordenes de Ramón Castilla -, Francisco Villagarcía, participo en el combate del 2 de Mayo de 1866, Manuel Suárez participo en el combate del 2 de Mayo, en la guerra del Pacifico donde entrego su vida, Ladislao Espinar participó en la Guerra con chile de 1879, Eduardo Astete Mendoza participó en el Conflicto con Ecuador, inmolando su vida por la patria el 29 de julio de 1941.

También gobernantes se forjaron en el Colegio De Ciencias. Entre ellos el Mariscal Andrés Santa Cruz, el Mariscal Agustín Gamarra, el Mariscal Ramón Castilla, el General Luis La Puente.

Escritores y científicos también fueron formados en este glorioso Colegio de Ciencias. Figuras de la talla internacional de Uriel Garcia, Jose Gabriel Cosio, Narciso Aréstegui, Luis Nieto Miranda, Gustavo Pérez Ocampo, Angel Avendaño, Eusebio Corazao, Humberto Luna, Fortunato L. Herrera, Antonio Lorena, Francisco Sivirichi, Luis E. Valcarcel, Oswaldo Baca Mendoza, Horacio Mayo y otros que brillaron con luz propia como Humberto Vidal Hunda y Atilio Sivirichi.

Músicos geniales como Policarpo Caballero, Roberto Ojeda Campana, Leandro Alviña Miranda, Miguel Angel Delgado, Hurtado de Mendoza, Armando Ochoa Guevara y Baltazar Zegarra han discurrido sus años de infancia y adolescencia en el glorioso Colegio Nacional de Ciencias. En el deporte, tenemos al “Club Cienciano” – ex campeón nacional y patrimonio deportivo del Colegio y del Cusco, con lauros internacionales.

La mejor manifestación de la gloria del Colegio Nacional de Ciencias es el interminable listado de figuras destacadas que ha aportado a la escena nacional hace aproximadamente 400 años. El servicio educativo del Colegio Nacional de Ciencias ha contribuido al desarrollo de la sociedad cusqueña, a movimientos revolucionarios independentistas, a defender la soberanía nacional en las guerras pasadas, a alegrar el espíritu cusqueñista.

A lo largo de todos estos años el glorioso Colegio Nacional de Ciencias ha atesorando importante patrimonio histórico que debe ser preservado y cautelado como legado de nuestros antecesores. No obstante, irónicamente, la infraestructura, el mobiliario y demás bienes del Colegio Nacional de Ciencias que se encuentran al servicio de la comunidad educativa están, en su mayoría, deteriorados, malogrados, inutilizados, etcétera. Instalaciones técnicas como talleres de mecánica, carpintería, laboratorios y otros en pésimas condiciones con maquinaria obsoleta que distorsionan el proceso de aprendizaje de los alumnos. Igual suerte corre los campos deportivos, el teatro y otras plantas del Colegio. Ex ciencianos, cusqueños y peruanos no podemos contemplar pasivamente esta situación de abandono. Lo mínimo que el Estado debe hacer es contribuir a la recuperación del brillo de este glorioso Colegio.

Declarar Patrimonio de la cultura y educación peruanas al glorioso Colegio Nacional de Ciencias es el reconocimiento formal del Estado peruano a una institución histórica eje de la educación. La aprobación y promulgación de la Ley que declara expresamente al Colegio Nacional de Ciencias como patrimonio de la cultura y educación peruanas no quebranta el ordenamiento constitucional y legal del Estado.

La presente norma establece un importante precedente de reconocimiento a una institución que merece tal distinción, incentiva a la formación educativa de su comunidad de alumnos, valora el esfuerzo de su personal docente y administrativo. Esta declaración no implica generación de gasto económico al Estado.